Imagina la escena: Donald Trump anuncia con bombos y platillos que ya no va a enviar ni un dólar más a Ucrania, dejando a todo el mundo con la boca abierta, y de repente—como si alguien hubiera gritado “¡acción!” en un plató de televisión—Volodymyr Zelensky publica este mensaje en X, que parece sacado de un sketch cómico de última hora. ¿Coincidencia? ¡Por favor! Esto huele más a sincronización digna de un episodio de Friends en el que todos corren para evitar un desastre antes de que suene la música final.
I would like to reiterate Ukraine’s commitment to peace.
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) March 4, 2025
None of us wants an endless war. Ukraine is ready to come to the negotiating table as soon as possible to bring lasting peace closer. Nobody wants peace more than Ukrainians. My team and I stand ready to work under…
Solo unos días antes, la reunión en la Casa Blanca entre Trump y Zelensky fue un verdadero espectáculo: fuego, chispas y un Trump furioso suspendiendo toda la ayuda militar, exigiendo que Ucrania muestre “buena fe” para un acuerdo de paz, según reportes de The Guardian y The Washington Post. Pero entonces, como si hubiera un cronómetro invisible marcando el tiempo, Zelensky lanza este post el 4 de marzo de 2025, justo a tiempo para el acto final. En él, se postra ante el “fuerte liderazgo” de Trump, ofreciendo treguas inmediatas en el cielo y el mar, liberaciones de prisioneros y hasta un jugoso acuerdo sobre minerales y seguridad. Es como si el equipo de relaciones públicas de Zelensky hubiera visto el tuit de Trump, se hubiera puesto nervioso y hubiera apretado el botón de “publicar” más rápido que un trend de TikTok, intentando transformar el “no más dinero” en un “hagamos un trato” digno de El Aprendiz.
La sincronía es tan impecable que uno casi puede imaginar a Zelensky escribiendo frenéticamente en su teléfono, rodeado de asesores gritando: “¡Menciona los javelins que Trump nos dio en 2018, eso le va a encantar!”. ¿Será que Zelensky está jugando al ajedrez diplomático o simplemente intentó colarse en el show de Trump antes de que las luces se apaguen? Sea como sea, este post parece más un guiño desesperado que una estrategia seria—o, al menos, un material perfecto para un monólogo de stand-up sobre las locuras de la política internacional. ¡Quién diría que la paz global podría depender de un timing tan bueno como el de un gag de comedia!