Ante la injusta citación judicial de su esposa, cuya única intención es «enfangar» todo, según aseguraba su Alteza Imperial, han sido muchas las voces que, injusta e injustificadamente, se han alzado contra su excelencia buscando su salida de la presidencia del gobierno, a pesar de que, de hacerlo, es seguro «el hundimiento de España», según él mismo afirmaba a distintos medios de comunicación amigos.
Pero es tal la injusta presión que está sufriendo que «su persona» ha tenido que responder a alguna que otra pregunta incómoda que, por otro lado, es completamente inmerecida ante la enorme cantidad de cosas «chulísimas» que está haciendo. Una de las preguntas más incómodas con las que se ha encontrado, por repetitiva, es la que le han lanzado algunos periodistas demasiado atrevidos que, tengan seguro, pagarán por su osadía: «Su ilustrísima, ¿tiene intención de abandonar la Moncloa ante el inmerecido comportamiento que está teniendo con usted tanto español desagradecido?
Sorprendentemente, su majestuosidad imperial respondió afirmativamente por lo que esos mismos periodistas preguntaron por la fecha: ¿cuando? «El día elegido es el de mi cumpleaños del año que viene, de 2025». «Pero si el día de su cumpleaños es el 29 de febrero y el siguiente año bisiesto que vamos a tener es 2028». «¿Ah, sí?» Respondió su ilustrísima, «puesto entonces no», zanjó finalmente.