Los que ayer presenciamos la huida espectacular protagonizada por Puigdemont tras dar un discurso a sus seguidores, a la policía autonómica catalana allí presente, a todas las televisiones públicas y privadas de España y ofrecido, además, por el propio Puigdemont a través de su cuenta de Twitter, no imaginábamos, ni por un momento, la enorme capacidad que tiene este sujeto para emprender la fuga tranquilamente.
Según informan distintos medios, las patrullas de los Mossos que fueron destinadas a vigilar el acto acudieron con sus vehículos en la reserva y en el momento de la huida del expresidente catalán, todos ellos se quedaron sin combustible, teniendo que ser empujados por los agentes a la gasolinera más cercana. Según esos mismos medios, en las gasolineras perdieron demasiado tiempo puesto que algunos no conocían el número secreto de las tarjetas corporativas de la Generalidad y otros tuvieron que pagar de sus propios bolsillos al serles denegados los cargos por falta de saldo. Estas incidencias provocaron un breve retraso de un par de horas, aproximadamente, hasta que todas las patrullas consiguieron poner en marcha la operación jaula de los pringados contribuyentes.
Mientras tanto, según revelan fuentes del partido de Puigdemont, el fugitivo se dirigió hacia el aeropuerto del Prat lugar en el que estaba estacionado un cohete que sus seguidores habían alquilado a la NASA para que su «president» viajara a algún lugar seguro de Marte, el planeta Rojo. Esas mismas fuentes han revelado, además, que pagaron un sobrecoste a la agencia espacial estadounidense para que el cohete aterrizara cerca del Perseverance, el Rover que nos está enviando esas maravillosas imágenes marcianas. Al parecer, por las imágenes que nos acaban de llegar a redacción, Carles Puigdemont ya se encuentra en tierras marcianas situadas en la Isla Devon (Canadá), lugar en el que se está desarrollando toda la farsa del Perseverance.
Al ser conocedores del verdadero lugar en el que se encuentra la investigación marciana, los seguidores de Puigdemont han enviado un burofax a la NASA para exigir una devolución en el dinero cobrado puesto que, según recalcan en el documento, la agencia espacial especificaba en la factura que el cobro era por kilometraje y, evidentemente, no hay la misma distancia desde Barcelona a Marte, que desde Barcelona a Canadá.
Según informan agentes destacados del CNI, alguno de ellos familia directa del fugado, los servicios secretos están al habla con la Agencia Espacial Española para valorar la posibilidad de enviar un cohete a Marte en el que viajen varios agentes especializados para tratar de detener al fugado. Pero haciendo un estudio de las últimas grabaciones recibidas del Perseverance están planteándose volar con Air Europa a la Isla Devon (Canadá), para cerciorarse si no es realmente ese Marte donde se encuentra Puigdemont y de esa forma ir descartando pistas que puedan provocar un pérdida de tiempo y de dinero de los contribuyentes, ya que Air Europa es una empresa de la que, prácticamente en su totalidad, es propietario el presidente y su esposa gracias a un préstamo autoconcedido de nuestros impuestos.