¡Enhorabuena, Ayuntamiento de Madrid, por ese golpe maestro que nos dejó a todos boquiabiertos! Ayer, sábado 21 de junio, decidisteis cerrar el Retiro y otros parques como si fueran jaulas de lujo, todo bajo el pretexto de «condiciones meteorológicas adversas».
📢Este sábado 21 de junio a partir de laa 15.00 el Retiro y otros parques de la ciudad permanecerán cerrados por condiciones meteorológicas adversas según @AEMET_Esp
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) June 21, 2025
👉 https://t.co/etVsv79s8u
Sí, queridos amigos, porque nada es mejor para la «seguridad ciudadana» como arrancar un refugio contra el calor infernal —los árboles— y condenar a la gente a freírse como patatas en el asfalto de las calles. ¡Qué ingenio, qué visión futurista! Hoy aún intentamos entender esta genialidad mientras el mercurio roza los 40°C y la gente suda como cerdos en una barbacoa urbana.
Resulta que este cierre se basa en un protocolo de 2018, probablemente redactado por algún iluminado que confundió un parque con un horno solar. Según el Geoportal del Ayuntamiento, las alertas se activan cuando el viento sopla un poco fuerte, hay demasiada humedad en el suelo o —¡atención!— hace demasiado calor. Sí, leyeron bien: cierran los parques porque el sol aprieta, como si los árboles, esos traicioneros proveedores de sombra, fueran a derretirse y aplastarnos. En nivel rojo —el que tienen todos ahora mismo fuera del Retiro— se desalojan las áreas verdes porque, claro, mejor que nos deshidratemos en la Gran Vía que arriesgar un golpe de calor bajo un roble centenario. ¡Brillante lógica, señores!
En lugar de plantar más árboles o instalar algún triste aspersor —como sí hacen ciudades civilizadas—, el Ayuntamiento ha optado por convertir Madrid en un experimento de resistencia térmica. ¿Por qué invertir en un dosel verde que podría aliviar a la gente cuando les puedes dejar que se derritan en las aceras? Quizás el próximo paso sea prohibir las fuentes de agua, porque, total, ¿para qué hidratarse cuando podemos emular a los gladiadores de la antigua Roma sudando en Calle Mayor?
No nos engañemos, este cierre no es un error, es una estrategia maestra. ¿Quién necesita pulmones verdes cuando puedes tener un paisaje de cemento que refleja el sol como un espejo gigante? El Geoportal, con su servicio de mapas en tiempo real para anunciar cierres, parece más una burla cruel que una herramienta útil. «¡Mira, ciudadano, tu oasis está cerrado, disfruta del calor!» Mientras tanto, el mundo entero aboga por expandir espacios verdes para mitigar el calor, pero el Ayuntamiento de Madrid prefiere hacer el memo cerrando parques en los que los madrileños se puedan refrescar.
Así que, Ayuntamiento, os damos un aplauso irónico. Habéis logrado lo imposible: tomar una ola de calor y convertirla en una sentencia de muerte por insolación, todo mientras nos vendéis la moto de la «seguridad». Seguid así, que con un poco de suerte, el próximo verano cerraréis las ventanas para que no entre el aire caliente. ¡Genios del urbanismo, os adoramos… desde el hospital por golpe de calor!