Gracias al acertado post de @NuestroMarMenor en X, descubrimos que los genios de la pintura vial han transformado las carreteras en una exposición de arte lavable, cortesía de una lluvia oportuna que borró sus magníficas líneas como si fueran tiza en un pizarrón. ¡Qué talento, qué visión! Parece que alguien en el ayuntamiento pensó: «¿Por qué gastar en pintura duradera cuando podemos regalarle a la ciudadanía un espectáculo de acuarelas al aire libre por el precio de un chiste malo?»
En España se ríen(injustamente)de Región de Murcia, pero la gestión política tiene mucho que ver.
— Nuestro Mar Menor (@NuestroMarMenor) September 29, 2025
Por 2ª vez(mínimo), se pinta asfalto con pintura que se va con agua.
¿No sería esto"malversar"el dinero público, desperdiciarlo, malgastarlo?
¡Un poco de gestión!
📸 @vvistabella pic.twitter.com/tjOntkdq56
Sí, amigos, resulta que los magos de las finanzas murcianas han decidido que el dinero público merece un destino más… digamos, creativo. En lugar de invertir en materiales que resistan más de un chaparrón, han optado por un producto tan resistente como un castillo de arena en marea alta. ¡Brillante! Y todo esto llega justo después del escándalo de 2023, cuando se descubrió que los fondos para infraestructuras se habían esfumado como por arte de magia, dejando carreteras con más baches que un campo de golf abandonado. ¿Coincidencia? ¡Por favor, esto es Murcia, donde la sincronía es un arte!
El post nos regala fotos que parecen sacadas de un sketch de humor: líneas blancas desvaneciéndose como fantasmas bajo la lluvia, mientras los coches patinan en esta pista de baile improvisada. @NuestroMarMenor no se contiene y sugiere que esto podría calificarse como «malversación» o «desperdicio» de fondos públicos. ¡Vaya sorpresa! ¿Quién iba a pensar que pintar carreteras con acuarela barata podría ser un despilfarro? Seguro que el próximo paso será decorar las autovías con purpurina comestible, así al menos los contribuyentes podremos llevarnos un bocadillo a casa.
¿Malversación? ¿Mala gestión? ¡No, no, esto es simplemente un experimento de arte contemporáneo financiado con nuestros impuestos! Quizás el próximo gran proyecto sea un semáforo que se derrita con el sol, o una señal de tráfico que huela a churros. ¡Adelante, Murcia, sigue innovando!