En los últimos días hemos asistido a la escandalosa Ceremonia de Apertura de los JJOO y las repercusiones que ha tenido a nivel mundial siendo, en su mayor parte, negativas. Ahora, tras ver lo sucedido en la Apertura de esos JJOO, solo nos queda preguntarnos: ¿qué sucederá en la clausura?
A nosotros se nos han ocurrido una serie de sugerencias tras ver el degradante espectáculo al que asistimos el pasado viernes:
- ¿Veremos un espectáculo de intercambios de parejas de él con ella, él con él, ella con ella, ella con ello, él con elle, o similares?
- ¿Asistiremos en directo a una ejecución de una familia tradicional, de esas, tan raras, compuestas por hombre y mujer, y uno, dos, tres hijos o más, que no tengan intención alguna de seguir los dictados de la ONU en cuánto a los innumerables géneros que puede llegar a tener el ser humano?
- ¿Nos mostrarán un espectáculo de decapitación de creyentes en alguna iglesia perdida de París mientras se están celebrando los oficios?
- ¿Tendremos la emisión en exclusiva de algún vídeo en el que se nos muestre alguno de los miles de abortos que se practican en Europa en alguno de esos abortorios tan «chachis» que protegen los gobiernos de los rezos de los creyentes?
- ¿Se nos mostrará un espectáculo premonitorio de la próxima farsemia con imágenes de la UCI y ya se nos sugerirá algún «remedio milagroso»?
- ¿Veremos el desarrollo de una transformación de chico a chica, de chica a chico, de chico a chique, o de chica a chique de algún adolescente al que le hayan comido la cabeza con las televisiones, películas o videojuegos?
- ¿Nos mostrarán a algún Drag representando a Jesucristo el Día de la Resurrección sin prenda alguna?
- ¿Saldrán Macron, Sánchez, Biden, Trudeau y similares a interpretar algún tipo de musical en el que nos machaquen más con el climacambiático?
- ¿Saldrá del armario la esposa de algún líder político europeo?
- ¿O quizás de algún exlíder político estadounidense?
- ¿Nos mostrarán una escenificación de cualquier parvulario europeo mostrando cómo se enseña a los más pequeños a tocarse o a tocar a los otros?
Cualquier cosa que nos pueda mostrar esa gente, a pesar de que seguro nos indignará, no podrá sorprendernos nunca.
Solo nos sorprendería que hicieran algo sensato, respetuoso y bello. Es decir, un imposible.