Cada vez que nos encontramos con uno de esos días a los que llaman «la fiesta de la democracia», es decir, jornadas electorales, hay algo que nos sorprende sobremanera: la rapidez con la que conocemos los resultados de esas elecciones. Y es que, al contrario de lo que sucede en otros países del tercer mundo como Francia o Estados Unidos, a las pocas horas de cerrar los colegios electorales ya conocemos los resultados sin que varíen un ápice en el posterior Escrutinio General, que nunca se realiza tal y como marca la ley.
Además, el hecho de que Correos, INDRA o Telefónica dependan del actual gobierno, probablemente no tenga nada que ver con que en España lleve gobernando tantos años un individuo, que después no puede salir a la calle porque recibe insultos por doquier de todos sus votantes.
Es entonces cuando los «conspiranoicos» empiezan a sospechar de supuestos pucherazos electorales y mucho más, cuando en algunas ocasiones se ha conseguido dar con una fórmula matemática que se repite en los resultados, probablemente por casualidad.
Pero claro, cuando esos «conspiranoicos» empiezan a mirar el panorama que hay a su alrededor, a veces dudan de que sus paranoias con los pucherazos sean reales y empiezan a creer que, probablemente, los resultados que se nos ofrecen podrían ser incluso ciertos.
Porque a ver, cuando alguien escucha testimonios como este es imposible que piense que sea necesaria la manipulación de los resultados. Podría incluso pensar que esos resultados que se nos ofrecen son completamente reales.
España es Charinistán: pic.twitter.com/IwBJF8G5Nn
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) January 26, 2025