Miren que en España cierta gente tiene sumo cuidado al hablar, para que nadie se moleste. En un país en el que se podría ahorrar mucha verborrea siguiendo, simplemente, las normas de la Real Academia Española de la Lengua, algunos no paran de complicarse la vida con ese lenguaje llamado «inclusivo» que el único objetivo que busca no es «incluir», sino dividir.
«Españoles y españolas», «chicos y chicas», «catalanes y catalanas», «miembros y miembras»… llegan incluso a tener increíbles meteduras de pata inventándose «palabros» para cumplir con su Agenda.
Pero que el «campeón mundial» del asunto se olvide de ello en el momento más inoportuno…
Que este vídeo circule sobre todo por Argentina, que se van a reír.