En el Senado, con micrófono en mano,
Yolanda Díaz, con su blusa de organza,
Quería hablar de corrupción, con tono tajante,
Pero el subconsciente le jugó una danza.
«Queda Gobierno de corrupción para rato»,
Dijo sin querer, y el público en un plato.
La cara de circunstancias, el intento de enmendar,
Pero el lapsus ya estaba en el aire, ¡qué manera de hablar!
Con gestos y repeticiones, trató de arreglarlo,
Pero el daño ya estaba hecho, no había cómo pararlo.
Los senadores con caras de poker,
Y en las redes, ya era trending topic, un blockbuster.
«Queda Gobierno de corrupción para rato»,
Dijo sin querer, y el público en un plato.
La cara de circunstancias, el intento de enmendar,
Pero el lapsus ya estaba en el aire, ¡qué manera de hablar!
¿Será el estrés, o tal vez el vapor de la plancha?
¿O quizá que la verdad se le escapó, sin franca?
Sea como sea, el momento fue épico,
Yolanda, querida, tu lapsus fue un clásico.
«Queda Gobierno de corrupción para rato»,
Dijo sin querer, y el público en un plato.
La cara de circunstancias, el intento de enmendar,
Pero el lapsus ya estaba en el aire, ¡qué manera de hablar!
Así que brindo por Yolanda, por su sinceridad,
Aunque sea por error, nos dio realidad.
En el mundo de la política, donde todo es un show,
Su metedura de pata fue un hit, ¡y lo sabes, lo sabes, lo sabes!