Imagina esto: un soleado 1 de agosto en Torrevieja. Un propietario de Tesla, con gafas de sol y una camisa Pedro del Hierro, se embarca en lo que debería ser un viaje rutinario. Pero no, querido lector, esto no es una historia de carretera normal. Es una odisea moderna, un relato de angustia, ansiedad y una dosis generosa de ironía, todo envuelto en el manto de salvar el planeta.
Nuestro protagonista comienza con una batería al 100%, lleno de optimismo. Sin embargo, pronto se encuentra navegando por un mar de incertidumbre. ¿Funcionarán los cargadores? ¿Estarán ocupados? La respuesta, por supuesto, es un rotundo «sí» a ambos. Cuatro cargadores de Tesla ya están desactivados, y otros están al 75% de capacidad o con colas de espera de cinco minutos. La travesía, que debería haberlo llevado a Honrubia, termina abruptamente en un restaurante llamado «Juanito», no por capricho, sino porque los cargadores Thunder allí son la única esperanza.
Aquí viene la joya de la corona: nuestro héroe esperaba una carga rápida de 150-200 kW. ¿La realidad? Un cargador de 360 kW que, en un giro de eventos dignamente hilarante, solo carga a 70 kW. Lo que debería haber sido un pit stop de 20 minutos se alarga a una eternidad de 40 minutos. Y aquí está la parte más ridícula: nuestro amigo no se queja. No, no, no. Dice que «más o menos es el mismo tiempo». Porque, claro, ¿qué son 20 minutos extra cuando estás salvando el mundo?
Este vídeo, compartido en X por @LaVerdadDeTesla, no solo es un testimonio de las vicisitudes de viajar en un coche eléctrico, sino también un espejo que refleja la normalización de lo absurdo. Mientras los usuarios de Tesla publican vídeos contándonos sus tremendas epopeyas para cargar el coche, los políticos y las grandes fortunas siguen volando en aviones y conduciendo coches de combustión interna, sin inmutarse. Es como si dijeran: «Vosotros seguid haciendo sacrificios, que nosotros nos encargamos de las emisiones».
Cuando viajas en coche eléctrico el tiempo es lo de menos, tanto que hasta el doble de tiempo de espera de 20 a 40 minutazos te parece "sólo un poquito más"🤣 Al sin vivir de si el cargador funciona añádele el plus de que cargue a la velocidad que te va a cobrar 😂 pic.twitter.com/ptvmnYahie
— La Verdad de Tesla (@LaVerdadDeTesla) August 4, 2025
Y no olvidemos el contexto más amplio. Mientras nuestro héroe lucha por cargar su Tesla, los estudios, como los del MIT Climate Portal, nos recuerdan que la producción de baterías de los coches eléctricos tiene un impacto ambiental significativo. Así que, mientras intentamos salvar el planeta, parece que también estamos contribuyendo a su deterioro de maneras no tan obvias.
En resumen, este vídeo no es solo una crónica de un viaje fallido; es un comentario sarcástico sobre la desconexión entre la retórica ambiental y la realidad cotidiana. Porque, al final del día, ¿qué es un poco de espera adicional cuando estás haciendo tu parte por el medio ambiente? Aunque, tal vez, deberíamos preguntarnos si realmente estamos haciendo nuestra parte, o si simplemente estamos siendo los bufones en esta gran comedia climática.