En esta España de la igualdad, la resiliencia, el empoderamiento y las oportunidades para todos, hay algo muy claro: si nos encontramos con un hombre y además es blanco, hay que ponerse a temblar. Por suerte, al delincuente en potencia, es decir, el hombre blanco, ya se le ha puesto coto por su desalmado comportamiento histórico, gracias a la Ley de Violencia de Género, amparada por ese magnífico Tribunal que defiende nuestra Carta Magna como le da la gana, el Constitucional.
Y no nos damos cuenta que tenemos la suerte de tener esa ley gracias a un gobierno como el de Zapatero, que llegó aunque llegó a presidirlo de aquella manera, no podemos poner en duda lo mucho que ha hecho por España, por los españoles y por Nicolás Maduro. Y tampoco nos damos cuenta que el gran precursor de esa ley, el entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, fue víctima de su propia ley cuando fue acusado por su expareja, aunque tuvo la gran suerte del buen funcionamiento que tiene la justicia en España… para algunos.
Pero a pesar de ello, a pesar del tiempo que hace que se aprobó esa ley, diciembre de 2004, el hombre blanco español no puede evitar ser víctima de sus instintos más primarios y, al contrario que los importados, no puede reprimir abusar de toda aquella fémina que se le ponga por delante.
Hoy Julia, una mujer más, lo ha vuelto a denunciar en un programa de televisión, pero no lo han entendido y se ha tenido que ir del programa. ¡Todos somos Julia!
Hoy @EnBocaDe_Todos:
— Pedro Pineda Celis (@pedropcelis) August 29, 2024
– Feminista: Todos los hombres son violadores en potencia.
– @AntonioRNaranjo:“Creo que eres una lerda, pero no todas las Julias y todas las mujeres lo son"
BRUTAL, JAJAJAJA. pic.twitter.com/ZIWiPzllq4