Nuestro personaje público favorito. Ese hombre que a cualquier mujer le gustaría tener como pareja, cualquier suegra como yerno, y que además está profundamente enamorado de su esposa, algo que no le da ningún tipo de vergüenza confesar, está tremendamente preocupado por la Tierra y por un clima, que nosotros, súbditos desalmados, estamos destrozando con nuestro utilitarios, con vacas que no dejan de tirarse cuescos y con nuestras motos Vespa de segunda mano.
Por eso, con mucha razón, desde el gobierno que gobierna y que rige nuestros destinos como casi último faro de Occidente, nos pode no viajar en vacaciones demasiado lejos para evitar aumentar la huella de carbono. Y estamos seguros que pocos le habrán hecho caso, ya que somos una sociedad tremendamente inconsciente que ignora el daño que le hace al planeta con esos viajes. Ante esto es importante recordar que no lo hacen por capricho, lo hacen por nosotros, por lo mucho que nos quieren y porque su único objetivo es nuestro bienestar protegiéndonos.
Pero él no ha podido hacerlo. Debido a sus muchas obligaciones, a lo importante que es «su persona», ha tenido que hacer miles de kilómetros en vacaciones yendo a lugares como Lanzarote o Islandia, porque se tiene que sacrificar ya que no estaría demasiado bien visto que todo un presidente del Gobierno sufriera unas vacaciones tan merecidas en lugares más cercanos como la Sierra de Madrid, por ejemplo.
Hagan caso al «amado líder», es por el bien de todos.