Si alguna vez os habéis preguntado qué pasa cuando el ejército español decide jugar a «Safari Tecnológico» en vez de salvar el mundo de verdad, bienvenidos al circo de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Hoy nos topamos con un tuit que es un auténtico monumento al caos: un post de @UMEgob donde presumen de drones volando de noche como si fueran vampiros de alta tecnología. El texto dice, textualmente: «Tecnología al Servicio de la Vigilancia Sanitaria. Quieres ver lo que ven nuestros drones cuando operan de noche?»
🚨 Tecnología al Servicio de la Vigilancia Sanitaria
— UME (@UMEgob) December 3, 2025
Quieres ver lo que ven nuestros drones cuando operan de noche ?
⬇️ 🎥 pic.twitter.com/qhi61VhyyE
¿Ves el problema? No solo falta el «¿» de apertura (porque en Twitter, o X, o como se llame ahora, las reglas gramaticales son opcionales, como el casco en una moto acuática), también parece escrito por un soldado que acababa de salir de una misión de «caza al jabalí zombi» porque no pone ningún punto al final de la primera frase. Y hablando de jabalíes: estos drones no están persiguiendo ovnis ni contrabandistas de jamón ibérico. No, señor. Están ahí para detectar un «brote de peste porcina africana» en Cataluña, ese virus que, según los expertos, es tan real como el cambio climático… pero que en este caso huele a excusa para desplegar juguetes caros mientras el resto del país se ahoga en burocracia.
Pero vayamos al grano: ¿por qué un virus «inexistente» (bueno, digamos que es tan escurridizo que ni los jabalíes lo han visto, pero la UME manda 117 militares y drones con visión nocturna como si fuera la invasión de los cerdos mutantes)? Imaginaos la escena: helicópteros zumbando, soldados con linternas tácticas persiguiendo sombras porcinas en la oscuridad, todo coordinado con la Generalitat (¡gracias, @gencat, por el cameo!). Es como si el Ministerio de Defensa hubiera visto Jurassic Park y pensado: «¡Oye, pero con cerdos en vez de dinosaurios! ¡Y con más presupuesto!» Mientras tanto, el vídeo adjunto muestra… ¿qué? Un montaje nocturno que parece sacado de un videoclip de The Weeknd, pero con más verde y menos drama. ¿Han pillado al jabalí culpable? Ni idea. Pero seguro que el bicho se muere de risa, si es que no se ha extinguido ya por puro aburrimiento.
Y ahora, el remate: ¡la ortografía de la UME es un campo de minas! No es cosa de un post, no. Es una plaga bíblica. He husmeado en sus últimos tuits (sí, soy así de cotilla) y ¡bingo! Encuentros dignos de un premio Planeta a la Falla Más Épica:
En un post sobre accesibilidad para discapacitados, sueltan: «Por que en emergencias nadie se queda atrás». ¡»Por que»! ¿Es una pregunta retórica o un conjuro para invocar fantasmas? Debería ser «Porque», queridos, o la inclusión se queda en el cajón.
Si ellos no se ponen barreras, no lo hagamos nosotros.
— UME (@UMEgob) December 3, 2025
🧑🦽👩🦼🚶♀️🧑🦼👨🦼🚶👩🦽👨🦽🚶♂️
Por que en emergencias nadie se queda atrás#DíaInternacionalDeLasPersonasConDiscapacidad#DíaInternacionalDiscapacidad pic.twitter.com/BnEkf5qDmy
Otro, sobre reclutar chavales en León: «mostrando a los más jovenes como trabajan». ¡»Jovenes»! ¡»Como»! Falta la tilde en «jóvenes» y en «cómo», como si el corrector ortográfico estuviera de baja por estrés postraumático. ¿Estamos preparando héroes o un equipo para la próxima edición de Supervivientes?
El futuro también se entrena.
— UME (@UMEgob) November 29, 2025
El Quinto Batallón de Intervención de la #UME ha estado presente en #ExpoJoven2025 #León, mostrando a los más jovenes como trabajan en emergencias y el compromiso permanente con el servicio público.
💪🏻🧗🏼🚒 pic.twitter.com/xXpoGeFZXe
Y no olvidemos el clásico: «#Buenosdias». Sin tilde, sin piedad. Es como desear «buenos días» a un zombi: empieza bien, pero acaba en desastre.
#Buenosdias
— UME (@UMEgob) November 24, 2025
Esta semana, el río Tajo a su paso por #Toledo, es el escenario para los alumnos del #CBE
Realizan maniobras exigentes para la mejor preparación ante inundaciones.
💪¡Seguid adelante; el éxito es la suma de vuestro esfuerzo diario! pic.twitter.com/l5DvRizu1T
Si la UME pusiera el mismo despliegue en las tildes que en los drones, tendríamos un país impecable. Pero no: prefieren cazar virus invisibles en jabalíes mientras Valencia aún llora sus riadas de octubre pasado. Recordemos: más de 200 muertos, barrios enteros bajo el agua, y la UME… ¿dónde? Activada tarde, con ayudas que llegaron cuando el barro ya se había secado y la gente empezaba a reconstruir con palillos y esperanza. ¡Mientras, drones para cerdos! Es el colmo del ridículo: gastando millones en una «peste porcina» que parece más un chiste de veterinarios que una emergencia nacional, y dejando que las riadas se lleven vidas reales por un «mañana lo vemos».






































