Queridos lectores, agarren sus palomitas y prepárense para un nuevo episodio de “Políticos y el arte de inventarse un CV”, la comedia de enredos que nunca pasa de moda en España. En los últimos días, la fiebre por los títulos falsos ha vuelto a sacudir los cimientos de nuestra política, demostrando que, en 2025, la creatividad para inflar currículums sigue siendo un talento nacional. ¡Vamos con el desfile de los “licenciados en imaginación”!
Noelia Núñez: La estrella fugaz del PP. Abrimos el telón con Noelia Núñez, la exdiputada del PP que, como una heroína de telenovela, decidió dimitir tras confesar que su currículum era más ficticio que una película de ciencia ficción. Noelia, en un alarde de sinceridad (o presión mediática, quién sabe), admitió que su doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública era, digamos, un sueño no cumplido. Pero no contentos con eso, tenía tres versiones de su CV circulando por ahí: una en el Congreso, otra en el Ayuntamiento de Fuenlabrada y una tercera en la Universidad Francisco Marroquín, donde se presentaba como profesora. ¡Profesora! ¿De qué? ¿De escritura creativa? Su excusa: “Fue un error, no quería engañar”. Claro, Noelia, y yo no quería comerme esa segunda ración de paella, pero pasó.
José María Ángel: El comisionado que no computaba. Seguimos con José María Ángel, exsenador del PSOE y comisionado para la reconstrucción de Valencia tras la DANA. Ángel, en un giro digno de un culebrón, renunció tras ser acusado de falsificar su historial académico para colarse en la Administración Pública. Según un informe de la Agencia Valenciana de Antifraude, su título académico era tan real como un unicornio en el Retiro. Él lo niega todo, por supuesto, y dice que su dimisión fue por “inquina” y no por falta de títulos. María Jesús Montero, vicepresidenta primera, aplaudió su “ejemplaridad” al dar un paso atrás. ¿Ejemplaridad? ¡Si esto fuera un examen, Ángel habría suspendido por copiar
Pilar Bernabé: La doble licenciada que no lo era. No podemos olvidarnos de Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, quien se presentó como licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual. ¡Dos carreras! Pero, oh sorpresa, resultó que no terminó ninguna de las dos. Cuando el escándalo estalló en abril de 2025, el PSOE corrió a cambiar su biografía oficial de “licenciada” a “inició estudios”. Un clásico. Bernabé sigue en su puesto, porque, al parecer, en política valenciana los títulos son como los complementos: opcionales.
Ignacio Higuero: El “marketinero” de Vox. Y desde Extremadura, con un cameo estelar, llega Ignacio Higuero, consejero de Vox en el Gobierno de Guardiola. Higuero presumía de una licenciatura en Marketing que, lamentablemente, solo existía en su imaginación. Tras ser pillado, dimitió más rápido que un velocista en los Juegos Olímpicos. Su caso es un recordatorio de que, se sea del partido que se sea, la “titulitis” no discrimina. ¡Eso sí, hay que reconocerle el mérito de ser el primero en dimitir en 2025 sin que le saquen un vídeo robando cremas, como a cierta expresidenta madrileña!
El eco del pasado: Cifuentes y el “Mastergate” de 2018. Aunque no es de 2025, no podemos hablar de currículums falsos sin rendir homenaje a la reina del género, Cristina Cifuentes. En 2018, su máster en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos se convirtió en el culebrón del año: notas falsificadas, actas inventadas y una defensa más épica que la de Numancia. Aunque fue absuelta de falsedad documental en 2021, su caso destapó una epidemia de “titulitis” que aún colea. Cifuentes, eso sí, se llevó un Óscar a la resistencia política hasta que un vídeo de un hurto en un supermercado la obligó a dimitir. ¡Ay, Cristina, qué manera de robarnos el corazón (y las cremas)
El PSOE, en el ojo del huracán
El PSOE no se queda atrás en esta carrera por el título más creativo. Además de Bernabé, tenemos a Cristina Narbona, quien durante cuatro legislaturas se presentó como “doctora en Ciencias Económicas” por la Universidad de Roma, solo para que en 2023 su currículum “menguara” a simple licenciada. José Manuel Franco, exlíder del PSOE madrileño, también se apuntó un grado en Matemáticas que no tenía, mientras que Patxi López se vendía como ingeniero sin haber pasado del primer curso. Y no olvidemos a José “Pepiño” Blanco, quien aseguraba ser abogado sin haber terminado Derecho. ¡Un aplauso por la imaginación socialista
Y el PP no se queda corto
El PP, no se crean, también tiene su cuota de “artistas del CV”. Además de Noelia Núñez, recordemos a Juan Manuel Moreno Bonilla, actual presidente andaluz, cuyo currículum en el año 2000 incluía una licenciatura en ADE que en 2004 mágicamente se convirtió en “estudios de”. O a Tomás Burgos, exsecretario de Estado, que se presentó como licenciado en Medicina sin haber terminado la carrera. ¿Quién necesita un título cuando tienes carisma?
En fin, queridos lectores, la política española parece un casting para “Falso o Verdadero”. La “titulitis” no entiende de colores políticos: PP, PSOE, Vox, Ciudadanos… todos han caído en la tentación de adornar sus currículums como si fueran árboles de Navidad. Pero, como dijo Yolanda Díaz, ¿hace falta un título para ser político? Quizás no, pero un poco de honestidad no vendría mal. Mientras tanto, seguiremos riendo (y llorando) con cada nuevo capítulo de este culebrón. ¿Quién será el próximo en confesar que su máster era en realidad un cursillo de verano? ¡Hagan sus apuestas!