En un giro de los acontecimientos que nadie vio venir, pero que a nadie sorprende, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha anunciado la apertura de tres nuevas delegaciones estratégicas en el núcleo mismo del poder político español: la sede del PSOE en Ferraz, el Congreso de los Diputados y, por supuesto, el mismísimo Palacio de la Moncloa. La razón oficial, según un comunicado redactado con la solemnidad de un parte meteorológico, es “optimizar recursos y ahorrar en gastos de desplazamiento”. Porque, claro, ¿quién no ha soñado con tener la oficina justo al lado del lugar donde siempre acaba trabajando?
El anuncio, que ha sido recibido con una mezcla de aplausos sarcásticos y memes en las redes sociales, responde a una lógica aplastante: “Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma se muda a la montaña… y de paso se lleva un par de archivadores y una cafetera Nespresso”. Según fuentes internas de la UCO, los agentes estaban hartos de hacer kilómetros por la M-30 para acudir a registros, interrogatorios y demás actividades lúdicas en estos tres puntos calientes. “Entre el tráfico de Madrid y los atascos en la Castellana, nos gastábamos más en gasolina que en esposas”, confesó un agente anónimo mientras organizaba su nuevo escritorio en Ferraz, decorado con un retrato de Alfonso Guerra “por ironía”.
La primera delegación, ubicada en la sede del PSOE, promete ser un prodigio de eficiencia. Los agentes ya no tendrán que esperar a que algún escándalo estalle en los titulares para presentarse con sus carpetas y sus linternas. Ahora, con un despacho en la tercera planta, justo al lado de la máquina de vending, podrán tomar café con los militantes mientras revisan expedientes. “Es un win-win”, afirmó el responsable de la UCO, quien añadió que ya están negociando un acuerdo para compartir el Wi-Fi con el partido. Rumores sin confirmar aseguran que el lema de la delegación será: “Donde hay un socialista, hay un agente con una libreta”.
En el Congreso de los Diputados, la UCO ha optado por instalarse en un despacho con vistas al hemiciclo, porque, según explican, “así podemos vigilar los escaños y los pasillos al mismo tiempo”. La elección del lugar no es casual: los agentes podrán intervenir en tiempo récord ante cualquier indicio de irregularidad, como un diputado que se duerma durante una sesión o, peor aún, que intente aprobar una enmienda sin leerla. La portavoz de la Guardia Civil aseguró que esta delegación “será un faro de transparencia”, aunque no aclaró si también investigarán el misterioso caso de las dietas de desplazamiento de los parlamentarios que viven a dos calles del Congreso.
Por último, la delegación en Moncloa es, sin duda, la joya de la corona. Ubicada en un coqueto anexo al lado del comedor oficial, los agentes de la UCO podrán disfrutar de las vistas al jardín mientras analizan contratos públicos y agendas ministeriales. “Es un entorno inspirador”, comentó un oficial mientras colgaba un póster motivacional con la frase “Investigar es vivir”. Además, la cercanía al presidente del Gobierno permitirá a la UCO ahorrar tiempo en citaciones: “Ahora solo tenemos que tocar a la puerta y preguntar si está disponible para un café… o una declaración”. Se rumorea que el presidente ya ha pedido que le instalen una destructora de papel en el despacho, “por si acaso”.
La oposición, lejos de escandalizarse, ha aplaudido la medida con un entusiasmo que roza lo teatral. “Es una idea brillante. Si la UCO está en todas partes, ya no hará falta que nos investiguen: ¡podemos confesar directamente en el ascensor!”, bromeó un diputado en el pasillo del Congreso. Mientras tanto, en las redes sociales, los hashtags #UCOAirbnb y #MoncloaAllInclusive se han viralizado, acompañados de memes que muestran a los agentes compartiendo paella con los ministros en la cantina de Moncloa.
En definitiva, la UCO ha dado un paso audaz hacia la modernización, demostrando que, en tiempos de crisis, la creatividad es la mejor aliada. Y si de paso logran reducir la factura del combustible, quién sabe, quizás el próximo presupuesto incluya una delegación en cada comunidad autónoma.