¡Alerta, humanidad! Según un artículo publicado el 25 de febrero de 2025 en National Geographic España, un nuevo coronatimo procedente de China está dando de qué hablar. Sí, otra vez China, otro murciélago, otro caldito sospechoso en un mercado húmedo. ¿No os suena esto a déjà vu? Porque a mí me huele a refrito de guion de pandemia, como si Hollywood y la 0M$ hubieran firmado un contrato para una secuela barata: C0V1D: El Regreso.
El artículo nos cuenta, con esa seriedad científica que tanto nos gusta, que este nuevo bichito podría ser “una amenaza farsémica”. Claro, porque el anterior fue todo un éxito de taquilla: mascarillas fashion, aplausos a las 8, y esa sensación de que el vecino del quinto era un agente secreto por salir a pasear al perro tres veces al día. Pero aquí viene lo gracioso: ¿os habéis dado cuenta de que ningún gobierno, ni el chino, ni el español, ni el de la tía Pepa del pueblo, ha sido capaz de enseñarnos el famoso bicho del C0V1D secuenciado o purificado? Ni una foto decente, ni un selfie con filtro de Instagram. Nada. Cero. Y ahora pretenden vendernos otro capítulo de la saga sin pruebas de la primera temporada.
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Vamos a ver, si yo fuera un bicho con aspiraciones de estrella, exigiría un book fotográfico en condiciones. Pero no, todo se quedó en una animación 3D cutre que parecía sacada de un videojuego de los 90. Y mientras tanto, nos encerraron a todos como si fuéramos extras en una peli de zombis, nos pusieron la banderilla más rápido que Usain Bolt corriendo los 100 metros, y ahora parece que quieren repetir la jugada. ¿Qué será lo próximo? ¿Un murciélago con pasaporte diplomático entrando por Barajas?
El artículo de National Geographic nos advierte de “patógenos emergentes” y “riesgos globales”. ¡Qué originalidad! Seguro que ya tienen el kit listo: el test PCR que detecta hasta el resfriado del gato, las mascarillas con estampado de leopardo para las influencers, y el confinamiento “por tu bien”. Pero esta vez no cuela, amigos. Si el bicho anterior era un montaje para tenernos viendo Netflix en bucle y pidiendo pizza a domicilio, este nuevo intento es como esas secuelas que nadie pidió, tipo Sharknado 6. ¿En serio creen que vamos a caer otra vez en el truco del “quédate en casa que viene el lobo”?
Y hablando de lobos, ¿dónde está el supuesto bicho asesino? Porque si no lo han secuenciado ni purificado, yo digo que es un actor contratado, un doble de riesgo que ni siquiera tiene carné del sindicato de bichos. Todo esto huele a excusa para vendernos más banderillas, mascarillas y gel hidroalcohólico con aroma a lavanda. O peor aún, para que el jefe de turno diga: “Trabaja desde casa, pero con videollamada a las 8 de la mañana”. ¡No, gracias!
Así que, queridos lectores, mientras National Geographic nos pinta un futuro apocalíptico con murciélagos volando en cámara lenta, yo propongo que nos riamos un rato. Si viene otro encierro, que sea con barra libre de palomitas y un buen maratón de comedias. Total, si el virus no se deja fotografiar, igual es porque tiene vergüenza de salir en la secuela. ¡Que alguien le diga a China que cambie de guionista, que este chiste ya no tiene gracia!